Panamá, sábado 26 de marzo de 2011
OPINION |
ESTILO DE GOBIERNO
¿Imponer o consensuar cambios?
opinion@prensa.com
El Ejecutivo ha generado tal grado de desconfianza, que el representante de la Iglesia –intermediario en el conflicto con los ngäbe buglé– le solicitó poner por escrito la promesa de derogar la ley de minas. A lo que el Presidente, disgustado, señaló que si le creía a los indígenas tenía que creerle a él.
Así las cosas, el Ejecutivo se empeña en imponer reformas a la Constitución. Digo imponer, porque el encomendado para ejecutar la imposición es harto conocido por su simpatía al gobierno de turno, y fue el estratega en la destitución de la procuradora Ana Matilde Gómez.
Frescos en mi memoria política, están los argumentos presentados en la televisión por Ítalo Antinori en defensa de la posición del Ejecutivo encaminada a imponer la destitución de la procuradora. Los correos electrónicos confirman su participación como principal propulsor del aquelarre en el restaurante El Jade, junto a otros personajes, hoy beneficiados con importantes nombramientos.
El domingo, 20 de marzo, en el programa Debate Abierto, ante la argumentación de Rogelio Cruz Ríos, en el sentido de que las reformas a la Constitución debieran ser profundas e incluir temas trascendentales para el futuro de la justicia, como lo son la fórmula para escoger a los magistrados de la Corte Suprema, así como para designar al procurador general de la Nación, el encomendado constitucionalista se encrespó y le reclamó a Cruz por su “negativismo”; le dijo que mirara las cosas con positivismo, en otras palabras: “Si no coincides con mi planteamiento eres negativo y te descalifico”… Si así iniciamos la consulta, distinguido constitucionalista, no nos queremos imaginar a dónde lo conducirá su falta de tolerancia cuando el tema tome calor. Entienda usted, y el Ejecutivo, que no se trata de imponer su interpretación de lo que deben ser las reformas ni de imponer las instrucciones (¿órdenes?) del Ejecutivo. Tampoco se trata de que usted sea el único sabio que pueda redactar y presentar las posibles reformas, como lo hizo en el programa Debate Abierto del domingo. No está usted en posición para descalificar a nadie ni es su trabajo y espero que tampoco sean las órdenes que le impartieron desde el Ejecutivo.
Se trata de escuchar, escuchar y escuchar la voz de quienes consideramos que la Constitución no aguanta un parche más, que desconfiamos de las intenciones del Ejecutivo, porque así nos ha enseñado con sus acciones del pasado reciente. Es hora de un verdadero cambio constitucional, profundo, con la participación de todos: empresarios, estudiantes, trabajadores, indígenas, grupos cívicos, ambientalistas, iglesia, profesores, partidos políticos, abogados, todos con participación igualitaria, sin ventajas para ningún grupo.
Con temas escogidos en referéndum, o solicitar el apoyo de la Iglesia y presentarle ternas por cada profesión o grupo social y que ésta los seleccione. Esto, por complicado que parezca, le da credibilidad a la intención y es mil veces mejor que sea un solo individuo el encomendado, aunque se trate de un constitucionalista como usted, Sr. Ítalo Antinori. No dudábamos de su intelectualidad y capacidad, pero sí de su imparcialidad y tolerancia; principalmente, por la argumentación planteada y por su participación en la arbitraria, ilegal, forzada y políticamente motivada destitución de la señora procuradora.
Queremos cambios que no se limiten a la fórmula de nombramiento de los magistrados de la Corte Suprema y del procurador general de la Nación, éstos también debe incluir la fórmula para el nombramiento del procurador de la Administración, el jefe de la Policía, y de todo lo necesario para evitar que en el futuro caigamos nuevamente en una presidencia autoritaria, cuasi dictatorial y sorda.
Las reformas propuestas por el encomendado constitucionalista no eran lo que el futuro del país y la justicia, conurgencia, necesitan… ¿Qué hará el Ejecutivo ante las voces que se levantan preocupadas y desconfiadas, solicitando una constituyente.
La tradición del Ejecutivo de escuchar con oídos sordos, esto sumado a una Asamblea Nacional embozada y teledirigida desde la Presidencia, presagia tiempos de tormenta.
A Julio César le advirtieron que se cuidara de los vientos de marzo y no escuchó…
Así lo percibo, así lo escribo.
LIBRE OPINIÓN
‘El Grito’, jornada que enaltece a la mujer panameña
opinion@prensa.com
En el mes dedicado a la mujer, es justo resaltar el valor que las panameñas de todos los niveles han tenido en la forja de esta Nación. Hace apenas cuatro décadas, mientras que muchos de sus hijos manifestaban temor o aceptación de la dictadura militar, ellas encararon acciones de coraje en la que algunas perdieron la vida. Cuando la represión se hizo más fuerte, no dudaron en comprometerse directamente en la difusión de opiniones libres y llamados por la democracia. Es oportuno hacer énfasis en esta labor que consagra la eficacia de la participación femenina en la recuperación de la democracia.
Pocas veces tenemos la oportunidad de leer trabajos de investigación tan enjundiosos como el realizado por el politólogo Carlos Guevara Mann y la antropóloga Brittmarie Janson Pérez, titulado El Grito: Cuatro años de periodismo femenino clandestino contra la dictadura militar en Panamá (1968-1972), monografía que fue publicada por el Instituto Kellogg de la Universidad de Notre Dame en noviembre de 2010 (http://nd.edu/~kellogg/publications/workingpapers/WPS/373.pdf).
El golpe de Estado del 11 de octubre de 1968 que derrocó al Dr. Arnulfo Arias Madrid generó una inmediata resistencia en todo el país, caracterizada por protestas violentas y no violentas. En una época donde la represión fue realmente feroz, nació una publicación semanal clandestina denominada El Grito que llenó un vacío producido por el férreo control militar sobre los medios de comunicación.
Este boletín, a manera de panfleto mimeografiado, constituyó una de las formas más perdurables de protesta pacífica. Comprometió a un pequeño grupo de damas de clase media que se convirtieron en sus editoras. La publicación se dio entre 1968 y 1972 bajo extremadas condiciones represivas, por lo que nuestras heroicas damas muy hábilmente pusieron a buen resguardo sus identidades, con tanto éxito que los organismos de investigación de la Guardia Nacional (G-2) nunca pudieron ubicarlas. Aún hoy, algunas de sus integrantes son desconocidas para la mayoría de los ciudadanos.
Durante toda su publicación, El Grito cumplió varias funciones. Sirvió como fuente fidedigna de información, como medio de protesta e instrumento de orientación cívica; fue la respuesta impresa de oposición de más continuidad, en contra del gobierno de facto durante estos cuatro años de brutal represión. Su éxito se debió a una serie de factores entre los que mencionamos su versatilidad en la consecución de información, la veracidad de su contenido que no pocas veces sorprendía a los centros de poder, las diferentes estratagemas utilizadas para su distribución que lo llevaron, incluso, a los despachos de los detentadores del poder.
En lugar de constituirse solo en un vehículo opositor de descalificación, la información contenida en los ejemplares de El Grito era tan confiable, que aún hoy es utilizado como complemento de fuentes históricas tradicionales. Por ejemplo, en uno de sus números señalaba –con nombre propio–, cómo una pariente de Omar Torrijos Herrera estaba envuelta en actos de corrupción en el Ministerio de Educación, habiendo tenido conducta similar cuando ocupó una posición en el Ifarhu durante la administración de Marco Robles (1964-1968), y cobraba tres cheques del Estado. Esta dama era mostrada en los medios controlados por la dictadura, como prototipo de la “eficiencia” y la “decencia” postulados por la revolución.
Después de 39 años de haberse publicado el último ejemplar de El Grito, hago un llamado al Gobierno, al Partido Panameñista como la principal organización política victimizada por la dictadura, y a los distinguidos ciudadanos que se organizaron en la Cruzada Civlista, a que rescatemos del olvido esta jornada patriótica llevada adelante por no más de entre 8 y 10 panameñas, algunas ya desaparecidas. Ellas merecen un reconocimiento de la Nación por su arriesgada rebeldía en aras de mantener viva la llama de la lucha democrática.
La encrucijada del Seguro Social
Con pocos especialistas y una población creciente por atender, el Seguro Social reparte las barajas pero todavía no encuentra la solución ganadora.
La administración de la Caja de Seguro Social (CSS) está en medio de una encrucijada.
Con un déficit de 247 médicos especialistas en todo el país, las autoridades intentan remediar el problema pero la solución parece dilatarse.
Javier Díaz, jefe de Prestaciones Médicas de la CSS, informó en la última conferencia de prensa de la entidad, que la institución “dejó escapar” a 177 especialistas que se formaron en el Complejo Hospitalario, ya que durante cinco años solo se contrató a 46.
“En 2010 contratamos a 105 especialistas, pero aún no nos damos abasto”, agregó el funcionario, porque hay listas de espera de hasta seis meses en algunas especialidades.
Para intentar reducir la mora se ha implementado el programa de “prima de producción”, por el cual se le reconoce un pago extra a los especialistas que trabajen más allá de su jornada habitual. Pero, como dice Díaz, “la prima de producción alivia, pero no soluciona”.
Así las cosas, la CSS anunció en algún momento su intención de contratar a médicos extranjeros, pero la idea no ha calado bien. No entre algunos médicos panameños, al menos.
Tan renuentes están a la idea, que el gremio que los aglutina –la Comisión Médica Negociadora Nacional (Comenenal)– pidió un plazo de 60 días para entregar una propuesta a la administración que no implique la contratación de extranjeros.
El viejo proyecto del médico de cabecera es otra de las barajas puestas sobre la mesa. El encargado del proyecto, Carlos Abadía, explicó que al menos 40% de las citas con los especialistas son para control o seguimiento, atenciones que bien podrían asumir los médicos de cabecera.
Hasta ahora, el servicio se está brindando en algunos centros de atención primaria (ver tabla) y el objetivo es crear “una relación médico-paciente, en la que el paciente cambie su actitud de buscar consulta cuando se siente mal, para buscarla como parte de un régimen de control”.
A la larga, con este “control” se busca evitar el desarrollo y complicación de las enfermedades crónicas (hipertensión, diabetes), lo que a su vez disminuiría la carga sobre los especialistas.
Pero la cantidad de médicos generales o internistas también es insuficiente: hay poco más de mil, pero para cubrir la totalidad de la población asegurada (más de 2 millones) se necesitan unos 2 mil 200.
Algunas de las áreas de especialidad más requeridas son cardiología, nefrología, endocrinología y anestesia.
Otras, como ginecología, hay en demasía.
SE ESTUDIA LA EXTENSIÓN DE LA LÍNEA HASTA SAN ISIDRO
El Metro costará $1,800 millones
Se está tomando en cuenta la remoción de servicios públicos, las indemnizaciones y la administración del proyecto. Los ajustes no estaban en el contrato.
AET ELISA TEJERA C.atejera@prensa.com
La primera línea del Metro le costará al Estado unos $1,800 millones de dólares, cifra que refleja un alza de $348 millones respecto al precio que oficialmente se manejaba hasta ayer.
Roberto Roy, secretario ejecutivo del Metro, y Frank De Lima, viceministro de Economía, confirmaron que el costo del proyecto variará por distintas razones: se estudia una extensión de la línea desde Los Andes hasta San Isidro, además de la remoción de los servicios públicos, indemnizaciones, expropiaciones, y la administración del proyecto.
Estos ajustes no están contemplados en el contrato entre el Estado y el consorcio Línea Uno, formado por Odebrecht, FCC y Alstom, que sigue siendo por $1,452 millones. Sin embargo, sí están presentes en los planes del Gobierno.
De hecho, cuando el pasado 15 de marzo la Corporación Andina de Fomento anunciaba la aprobación de un préstamo por $400 millones para la construcción del Metro, indicaba en su nota de prensa que el costo total estimado era de $1,805 millones.
La nueva cifra no incluye la construcción de los patios y talleres del Metro –contrato que debe salir a licitación– ni las posibles alzas por el aumento del precio del petróleo.
IMPACTO GLOBAL EN PROYECTOS LOCALES
Movimientos de un Metro que recién se construye
Por el reordenamiento vial y el Metro, Panamá tendrá que desembolsar $3,300 millones. La cifra, ajustada, podría seguir variando.
obra. El pasado miércoles se inició oficialmente la construcción del Metro, que estaría funcionando en 2014, cuando se termina la administración Martinelli. LA PRENSA/David Mesa |
atejera@prensa.com
El alza del precio del petróleo deja abierta la posibilidad de que la primera línea del Metro sea más costosa de lo proyectado hasta ahora por el Estado.
El secretario ejecutivo del Metro, Roberto Roy, dijo que las constantes alzas en los precios internacionales del llamado oro negro generan “algo de preocupación”.
El contrato entre el Estado y el consorcio Línea Uno incluye cláusulas de revisión de precios (que pueden ser al alza o a la baja) dependiendo de la evolución del acero, el cemento, el concreto y el diésel.
En la producción de todas estas materias primas incide directamente el petróleo, que ayer cerró en $105 el barril por los riesgos y presiones del Medio Oriente.
En la tarde de ayer el Gobierno reveló que la inversión del Metro se elevará a $1,800 millones, pero esta cifra no considera la construcción del patio de mantenimiento de los vagones, que podría representar otros $60 millones ni las variaciones del petróleo, hasta ahora no cuantificadas.
Roy dijo que estudian todos los elementos que pueden incidir en el desarrollo y precio de la obra. “Y que se pagará por lo que verdaderamente aumente”.
El funcionario cree que la construcción de un nuevo sistema es tan importante para el país, que aunque las cifras vayan en aumento continúan con los estudios para la construcción de la línea dos y tres.
La segunda línea iría desde San Miguelito hasta 24 de Diciembre en Tocumen y tendría un recorrido de 20 kilómetros; mientras que la tercera línea incluiría un recorrido desde Albrook hasta La Chorrera, para lo que se necesitaría un puente o túnel a través del Canal.
Roy habló frente a empresarios extranjeros y locales en un foro de infraestructuras organizado en el marco de la feria comercial Expocomer, que finaliza hoy en el centro de convenciones Atlapa.
El Metro es la principal y más costosa obra de infraestructura gubernamental en marcha, sin incluir en el listado la ampliación del Canal de Panamá por $5,200 millones. Pero no es la única que necesita de grandes inversiones. También está el proyecto de reordenamiento vial a cargo del Ministerio de Obras Públicas, que costará por ahora $1,500 millones y que también podría verse alterado por los altos costos de todo lo que se produce con petróleo.
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PRESUPUESTOS Y PROPUESTAS
Elecciones en la UP: más que una disputa académica
La Universidad de Panamá maneja un presupuesto de 167 millones de dólares, y una planilla que ronda los 8 mil empleados.
Renovación. En las votaciones universitarias se elegirá, además de al rector, los 18 decanos de facultades y los directores de los centros regionales. LA PRENSA/ Archivo |
Experiencia y docencia HISTORIADOR.Gustavo García de Paredes tiene 72 años. Es licenciado en filosofía y letras de la Universidad de Madrid, España, donde también obtuvo un doctorado en filosofía y letras. Ha dictado cátedra en esa universidad, la Universidad de Panamá, la USMA y la Universidad de Brasil. |
Innovador y fiscalizador CIENTÍFICO. Eduardo Flores (54 años) es licenciado en física de la Universidad de Panamá y tiene un doctorado en ciencias físicas de la Universidad Politécnica de Catalunya, Barcelona, España. Fue decano de la Facultad de Ciencias Naturales de la UP, y es docente de educación media. |
jarcia@prensa.com
La Rectoría de la Universidad de Panamá (UP) está ubicada en el punto más alto del campus central universitario. Al lugar se le llama “La colina”. Desde ahí ha mandado por 14 años (no consecutivos) Gustavo García de Paredes, con un presupuesto de poco más de mil millones de dólares a su disposición.
Ese es el cálculo que hizo Eduardo Flores, candidato a la Rectoría y, por tanto, rival de García de Paredes en las próximas elecciones internas del 29 de junio.
Para Flores, los mil millones de dólares que, según él, ha manejado García de Paredes, es una cantidad suficiente para que la UP esté “en mejores condiciones académicas y de infraestructura” que las actuales.
García de Paredes se defiende y dice que el 90% del presupuesto universitario se va en gastos operativos, que incluyen el pago de la planilla.
Y es que en 2007 la planilla de la UP era de 4 mil 358 empleados, lo que revela que en los últimos cuatro años, con García de Paredes al frente de la entidad, la planilla se ha duplicado.
García de Paredes también hace comparaciones. Dice que la Universidad Autónoma de México (Unam) maneja anualmente un presupuesto de 2 mil 200 millones de dólares, y tiene una matrícula de 150 mil estudiantes. A él le tocó administrar la mitad de esa cantidad en 14 años, con 60 mil alumnos.
Solo este año, la UP tiene un presupuesto de 167 millones 500 mil dólares. Adicional, le ingresan otros 25 millones de dólares por “autogestión”.
Flores postuló su candidatura el pasado miércoles y al día siguiente (jueves) lo hizo García de Paredes. El ex magistrado de la Corte Suprema Edgardo Molino Mola presentará su candidatura el próximo lunes.
Flores y Molino Mola tienen una suerte de pacto: cada uno hará campaña por su cuenta y, dentro de un mes, renunciará a favor del otro, aquel que tenga menos apoyo.
Enquistado en el poder
García de Paredes ha estado en cuatro períodos al frente de la UP. Primero, de 1994 a 1997; se retiró meses antes de que venciera ese primer mandato, para poder correr por su segundo período, que fue de 1997 a 2000.
La ley orgánica de la UP le impidió correr para un tercer período consecutivo, por lo que cedió el paso a Julio Vallarino, rector de 2000 a 2003. Ese año regresó y no se ha marchado más de la Colina.
Las intenciones de García de Paredes para reelegirse una vez más (razón por la que incluso promovió cambios a la ley orgánica) enfrentan la oposición de diferentes grupos, que lo acusan de ejercer presión sobre el electorado universitario: estudiantes, docentes y empleados.
El rector consideró que es algo “absurdo” porque el voto es secreto.
Pero las críticas más fuerte a la gestión de García de Paredes se centran en la parte académica. Tanto Flores como el dirigente estudiantil del Centro Regional de Veraguas Oliver Jiménez consideran que se ha descuidado la calidad de la educación universitaria.
Jiménez se pregunta por qué, hasta la fecha, la UP no cuenta con un centro de investigación que ofrezca información a la sociedad.
Para Flores, la calidad “está de vacaciones”.
“Hay que actualizar los programas de estudio”, agregó. Si gana, pretende poner en marcha el sistema de cuatrimestres –empezando con el turno de la noche–, lo que permitirá que los estudiantes puedan terminar sus estudios en menos tiempo.
Además, quiere “vincular” a la UP con la sociedad, que esta opine sobre los problemas políticos y sociales del país. “¿Por qué la Universidad no ha hecho un pronunciamiento sobre el tema de la minería a cielo abierto?”, se preguntó.
Apoyan reelección
El rector también cuenta con algunos aliados.
Boris Sánchez, del Bloque Popular Universitario, opinó que García de Paredes ha fortalecido la educación universitaria en el interior del país. “Compartimos su proyecto de transformación curricular”, acotó.
Carlos Bichet, del Movimiento de la Juventud Popular Revolucionaria, dijo que primero escuchará las propuestas de los candidatos, antes de definir a quién apoyará. No obstante, consideró que se necesita un dinamismo en la administración de la UP y reformas en los planes de estudios.
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